viernes, 3 de octubre de 2008

Retransmisión Especial Embotellada

Saludos ciudadanos/as embotellados.
Los tiempos de la inhumana competencia Marveliana como bandera de principio, como bandera de medio y como bandera de fin han terminado.
Todo era un error!. Stan Lee y sus amigos vivían en el error: más que competencia lo que debe existir en la naturaleza es la colaboración.
Cuantos cómics mal formulados, cuantos supuestos (como la normalidad en la naturaleza!) mal supuestos, cuantas limited series que deberemos rechazar se almacenarán en la historia!.
Si amigos y grandes enemigos.
No desvíen la vista de su senda.
Aquí, sobre esta testera, algunas evidencias del mal de lo diverso: peces que colaboran, plantas en la montaña que colaboran, pájaros en vuelo de bandada que colaboran, seres humanos en la catástrofe que colaboran. Eso ocurre en la naturaleza y eso es producto de la real selección (ya se que Frank Miller realizó su mayor esfuerzo…).
Un individuo por si solo no se perpetúa.
Dos individuos con sexo opuesto no traspasan la línea de los años, ni una población, ni un paisaje, ni un ecosistema, ni un solo bioma existe sin la acción de colaboración. Así es.
Crudo para Alan Moore, crudo para George Perez y bizarro para Byrne, pero así de simple es.
Ahora me río a carcajadas sentado frente a al jardín y a mi martillo rompe paradigmas.
Que ingenuos somos al pensar que nuestros nuevos paradigmas serán los que cerrarán el portón de la historia. Suena una campana sabor a religión y lanzo fuerte mi martillo al cielo.
Todo se congela borrando las miles de memorias a 8, 64, 256, 512, 1024 & 4098 bites escondidas en los bancos y almacenes de barrio.
Por las alcantarillas de la ciudad vemos pasar las cifras sacadas de ecuaciones a números complejos, los axiomas con los que crucificamos a tantos individuos, las erradas relaciones y pálidos datos con los que desterramos a los entintadores (¿en que están pensando los consejeros de innovación al no querer invertir en tomos absolute?).
En las hoguera de las fábricas vemos humear resultados de sagas escritas sin gracia y conclusiones de guiones obsesionados con la teoría de la competencia (los de NORMA a 10 líneas por tronco de árbol están entre los peores…).
En los paradigmas transformados en obsesiones,
nunca algo parece ser lo que es,
nada lo es todo y
todo se nos hace la nada más finita posible.
Con las memorias ya borradas la fantastica idea de que “nada existe” se vuelve simplemente maravillosa.
A los caídos con esta verdad (a medias), les extiendo las manos.
La izquierda y la derecha ya que juntas son una fuerza en 360°.
A los heridos con mi palabra, les propongo la playa para secar rápido las pieles para que vuelvan también rápido a la caravana. El verano se está acabando y tendremos pronto el frío y las primeras lluvias en tormentas de cambio global.
Ahora vengan todos a esta ladera y miremos juntos el paisaje y como todo en él finalmente se ordena. Nadie a empujado al otro y todos han conseguido su turno necesario para existir paralelo al tiempo.
A mis queridos ciudadanos/as embotellados: no olvidéis estas palabras ya que serán escuchadas cada vez más lejos en el espacio y el tiempo y cada vez con más fuerza.

A mis queridos ciudadanos/as embotellados:
¡Si, como si fuéramos un flujo de sangre que mueve a una especie milenaria!

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