domingo, 9 de noviembre de 2008

No más héroes 2.0

"Un héroe es siempre héroe por equivocación. El siempre ha soñado con ser un cobarde honesto como todo el mundo."
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Umberto Eco

En general la palabra heroe la ultilizamos en cualquier aspecto. En politica, religión, en sociedad, aunque en la cultura y el arte son los lugares en los que comunmente se aplica más en la actualidad. Si nos fijamos, la misma vida en si es el escenario del héroe, que se puede adaptar a cualquier situación porque sabe muy bien que es esperado y necesario. La filosofia, desde sus origenes hasta nuestros tiempos, tiene como uno de sus pilares la noción del heroísmo y la figura del heroé.
¿Qué es lo que hace que esto sea así?¿Porqué esa necesidad de un referente heroíco?
¿Será a causa de la necesidad de transcendecía innata al ser humano, es el heroe un mediador entre los que no lo son y Dios?
Si no se es un heroe, lo que queda es un ser que soporta, pobre, cuyas metas unicamente las realiza en sueños o soñando despierto. Y estos sueños con el tiempo se le van convirtiendo en pesadillas.
Al arquetipo común de lo que denominamos heroe lleva siempre incorporada la tragedía en su naturaleza, el dolor, la muerte, el extremo sufrimiento. O lo provoca o se le aplica, pero siempre va con el, literal o metaforicamente: matan o mueren, y en casi todos los ejemplos que encontremos sucede ambas cosas a la vez. Y eso lleva a los demás a sentirse como meras comparsas, ya que hace sentir que el mundo solo puede cambiarse a base de esfuerzos titanicos, inhumanos, las cuales tienen que llevarlas personas especiales.

Pensemos en el caso de la Odisea, más concretamente en su actualización contemporanea: Ulises 31. Un héroe muy humano a causa de su astucia e inteligencia, pero que para llevar a cabo su Odisea Espacial tuvo que dejar en otro planeta a su esposa Penelope. Es un claro ejemplo de que con el tiempo tendemos a hacer sufrir todavía más a nuestros heroes, ya que en la Odisea original ella unicamente debía de esperar en una isla, Itaca.

La busqueda adormecida, la espera del heroe, implica la dejación de responsabilidad por parte de la mayoria, que pone su esperanza en una intervención ajena al ser humano que nos libre de los supuestos males a los que nos enfrentamos (los cuales casi siempre suelen ser cuestiones religiosas, politicas o identitarias).


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